¿ De verdad estamos educando para el amor o para el desamor?. Educar para el amor es vivir en el amor, me gustaría saber cuantos levantan la mano para decir que ellos lo hacen. Hablar de educación del amor es hablar de la vida misma, los que creen que forman para el amor cuando su vida es un caos, se engañan así mismos. Educar para el amor de los dientes para fuera es generar odio, frustraciones y desencanto en nuestros estudiantes. Un hipócrita, mentiroso,falso, pesimista, engreído, rencoroso... jamas de los jamases podría educar para el amor. Educar para el amor es ser como: Jesús el Cristo, Buda, Simón Rodrigues, Hugo Chavez, Paulo Freire entre otros, quienes entregaron su vida por amor al prójimo. Pregúntate ¿cuantas veces has dejado de comer, por alimentar al hambriento?, ¿cuantas veces has regresado caminando a tu hogar, por darle tu dinero al necesitado de un medicamento?, ¿cuantas veces has llevado alegría a tus estudiantes, aun estando en el momento mas critico de tu vida?, ¿te has liberado verdaderamente del odio que hay en tu corazón, para educar en el amor?, ¿te has despojado de la venda que hay en tus ojos, para ver y conocer, la realidad social de tus estudiantes?, ¿cuantas veces has compartido los momentos amargos que viven tus estudiantes?, ¿te has preguntado honestamente quien genera mas odio entre tu y tus estudiantes?, ¿verdaderamente crees educar en el amor cuando humillas, señalas, malpones, acusas y sometes a tus estudiantes?. Estamos bien equivocados cuando creemos educar en el amor, pero con nuestros pensamientos, palabras y acciones hacemos todo lo contrario. Nos auto engañamos diciendo que educamos para el amor, cuando convertimos a nuestros planteles en una cueva de víboras hambrientas donde se destruyen unas a otras...Existen ciertas características que te alejan para educar en el amor, nombraremos algunas: UN PESIMISTA jamas podrá educar para el amor porque es de las personas que busca la alegría pero le falta el valor para encontrarla. UN TÍMIDO tampoco, por ser un miedoso que le asusta, no es hacer las cosas mal, si no quedar mal ante los demás; y ese miedo por supuesto no es congénito es adquirido. UN HIPÓCRITA igualmente no puede educar para el amor por padecer pobreza espiritual y nunca dejara de ser hipócrita. UN MENTIROSO sabe bien que posee un arma poderosa y solo la usa para causar daño, siempre vive en un plano constante de angustia. solo le preocupa no olvidar sus mentiras para que no lo descubran.
¿Que me dicen educan para el amor o se engañan haciendo de sus mentiras una verdad. Quieren hacer creer lo que no son, lo que no hacen?. Si de verdad queremos educar para el amor empecemos de una vez a transformar nuestros defectos psicológicos. Trabajemos nuestras emociones para que todas las penumbras internas que llevamos se conviertan en luz. De esa manera alumbraremos el camino de nuestros estudiantes y no caigan tan fácilmente sin llegar a la meta.
NO OLVIDEMOS QUE CUANDO SEMBRAMOS ROSAS CON ODIO EN EL CORAZÓN, JAMAS COSECHAREMOS FLORES, PERO SI CULTIVAREMOS PUTEAGUDAS ESPINAS.(UBCh TV.)
Autor: Carlos Pérez.
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