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UBCH TV.
TELESUR
UBCH TV. 31-01-2020. Pocos presidentes de Estados Unidos han
sido tan pro supremacistas israelíes como Trump que, inclusive, tiene un yerno
talmúdico, Jared Kushner, a quien otorgó el manejo de tres agendas sensibles:
1. Su intimidad con Arabia Saudita en las buenas y las malas; 2. El traslado
ilegal de la embajada de EE.UU. de Tel-Aviv a Jerusalén, financiado por Sheldon
Adelson, mafioso dueño de casinos en Las Vegas y a cuya esposa Trump premió en
forma estrambótica con la Medalla de la Libertad; y 3. La bizarra relación
sadomasoquista con el itamita y aprendiz, canciller mexicano, Videgaray.
¿Traiciona Netanyahu a Trump, pese al regalo de Jerusalén?
Pese a los regalos dadivosos de Trump a Israel, el primer
ministro Netanyahu -hoy en serios problemas domésticos exacerbados por el
fracaso de la reciente incursión militar en Gaza, que llevó a la renuncia del
ex guarura de cabarets (literal) Avigdor Lieberman en el Ministerio de Defensa-
traiciona a su supuesto aliado, el presidente de EE.UU., según los periodistas
Amir Tibon y Amos Harel, del rotativo Haaretz.
Se podrá aducir, no sin sustento, que Haaretz es muy cercano
a los intereses de George Soros quien choca con la tripleta talmúdica de
Netanyahu, Adelson y Kushner.
Los periodistas de marras juzgan que Trump estará muy
furioso (sic) debido a los proyectos de infraestructura de China en Israel, lo
que ha provocado alta tensión con el Pentágono y el vicepresidente Mike Pence,
en momentos en que Trump arremete en su guerra comercial contra Pekín.
No pasó desapercibida la presencia del muy poderoso
vicepresidente chino Wang Qishan en la Cumbre de Innovación Israelí en
Jerusalén a finales de octubre, según The Washington Post (24/10/18), cuya
noticia fue borrada extrañamente.
No hay que perder de vista la estrecha relación que ha
establecido Henry Kissinger -muy cercano a su pupilo Jared Kushner
(http://bit.ly/2OV8zK3) y a Netanyahu- con el vicepresidente chino Wang Qishan
a quien visitó en una semana tanto en Singapur como en Pekín con el fin de apaciguar
las asperezas de Trump contra China, como indagué en el portal Sputnik.
Hace un poco más de dos meses, Harel analizó en forma
cándida las razones por las cuales Israel otorga a China las llaves de su
principal puerto (¡mega-sic!), por lo que la marina de EE.UU. podría abandonar
Israel: China operará el puerto de Haifa, cerca de los presuntos submarinos de
Israel dotados de armas nucleares (¡mega-sic!).
Amos Harel juzga que parece que nadie en Israel pensó sobre
las ramificaciones estratégicas. ¿Será?
Es evidente que Israel anhela, mediante la (con)cesión del
puerto de Haifa a una empresa china para su operación, formar parte del
megaproyecto del siglo XXI de la Ruta de la Seda.
Por demás significativo sea que también Haifa constituya el
puerto hogar de la sexta flota estadunidense, lo cual erizó los cabellos del
muy influyente Hudson Institute, con sede en Washington, así como de ex
almirantes y ex funcionarios del Pentágono.
¿Se adelanta Netanyahu al G-2 que desea repetir Kissinger
con China, mientras éste engaña al zar VladyPutin con otro G-2 espurio?
Hace tres años y medio, la empresa china SIPG, que maneja el
puerto de Shanghái, obtuvo la licitación para expandir el puerto de Haifa y
operarlo durante un cuarto de siglo.
Mas allá de la participación china en “inmensos proyectos de
infraestructura en Israel, tales los túneles en el Monte Carmel y el tren
ligero en Tel-Aviv, (…) otra empresa china ganó la licitación para construir un
nuevo puerto (¡mega-sic!) en Ashdod”: ¡dos de sus tres puertos!
¿Cómo reaccionará Trump cuando llegue a su mesa la aparente,
sino coreográfica, traición de su dilecto cuarteto Netanyahu/Kissinger/Jared
Kushner/Sheldon Adelson (dueño de un casino en Macao).
¿Qué sabrá que no sepamos el cuarteto Netanyahu/Kissinger/Jared
Kushner/Sheldon Adelson sobre la declinante situación doméstica, no se diga
foránea, de EE.UU. en la fase del Desorden Global en la Era Post Estados
Unidos?.
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